Jose Buil | 20 de abril de 2023
La apnea del sueño es uno de los trastornos del sueño más comunes, que afectan a aproximadamente 2 millones de adultos en España, y se calcula que el 80% de los casos no se diagnostican. Muchas personas pueden desconocer que un trastorno del sueño es la causa subyacente de sus problemas de salud, y otros pueden ser conscientes de su trastorno del sueño pero no están informados de las graves consecuencias que puede tener un apnea del sueño no tratada.
La apnea del sueño se caracteriza por frecuentes interrupciones o pausas en la respiración durante el sueño. Hay 3 formas de apnea del sueño:
La apnea central del sueño (CSA), en la cual las pausas se deben a que el cerebro no indica al sistema respiratorio que respire;
La apnea obstructiva del sueño (AOS) en la que la respiración es interrumpida por un bloqueo físico en las vías respiratorias superiores, a menudo causada por los tejidos blandos de la garganta y la lengua que se colapsa en las vías respiratorias;
La apnea del sueño mixta, que es una combinación de la apnea central del sueño y la apnea obstructiva del sueño.
Aunque se trata de una patología muy común, la apnea del sueño es hoy en día poco diagnosticada. Esto porque quienes la sufren son propensos a ignorar los síntomas o a asociarlos con otras condiciones. Es de todas formas una patología que puede causar graves consecuencias en el inmediato, sobre todo incidentes laborales y de trafico, y que por cierto con el pasar de los años lleva a sufrir una serie de patologías graves.
Por estos motivos es sumamente importante que conozcas los síntomas y que, si sufres de dos o más de ellos, recurras a tu médico para obtener un diagnostico. A continuación te explicamos cuales son los 7 síntomas más comunes de la apnea del sueño.
El ronquido crónico es uno de los síntomas más comunes de la apnea del sueño. El ronquido es el sonido producido por las vibraciones en las vías respiratorias superiores durante el sueño. Es causada por una obstrucción parcial, lo que hace que el aire no pueda moverse fácilmente a través de las vías respiratorias.
Muchas personas que roncan ni siquiera pueden darse cuenta de que le pasa y solo son alertadas por la pareja cuyo sueño se ve perturbado debido a los fuertes ruidos provenientes del otro lado de la cama. Si bien el ronquido es un síntoma común de la apnea del sueño, no necesariamente indica que la persona tenga el trastorno. Muchas personas que roncan no tienen apnea del sueño, y algunas personas con apnea del sueño no roncan.
En la apnea obstructiva del sueño, los tejidos blandos de la garganta o la lengua se relajan durante el sueño y ceden obstruyendo las vías respiratorias, lo que restringe el flujo de aire y hace que dejes de respirar durante unos segundos. Durante un evento de apnea, los niveles de oxígeno en tu sangre descienden. Esto hace que tu cerebro se despierte del sueño durante un tiempo suficiente para que tu sistema respiratorio vuelva a funcionar correctamente y deje pasar el aire por encima del bloqueo.
Mientras tu cerebro se despierta parcialmente para responder a la interrupción de la respiración, aún permaneces casi dormido sin darte cuenta de que te despertaste parcialmente. Pero aunque no te des cuenta de que te despiertas con frecuencia durante el sueño, las interrupciones constantes tienen un impacto negativo en la cantidad y la calidad del sueño, lo que lleva a muchos de los otros síntomas en esta lista.
Si bien puedes pensar que duermes lo suficiente durante la noche porque estuviste en la cama de 7 a 9 horas durante la noche, todas esas pausas e interrupciones de tu sueño suman una gran cantidad de tiempo perdido en calidad y cantidad de sueño nocturno. Uno de los síntomas más comunes de la apnea del sueño es la somnolencia diurna excesiva (EDS). La EDS se caracteriza por una sensación crónica de fatiga diurna abrumadora.
Los síntomas comunes de EDS son: dificultad para despertarse por las mañanas, sentirse excesivamente cansado durante todo el día, una falta general de energía, la necesidad o la toma de siestas frecuentes que solo alivian los síntomas parcialmente, o dormirse en momentos inadecuados, y dificultad de concentrarse entre otros.
La somnolencia diurna causada por la apnea del sueño puede incluso provocar accidentes graves o incluso la muerte, especialmente si el paciente está conduciendo o trabajando en equipos o máquinas pesadas o cerca de ellos.
Los dolores de cabeza son comúnmente reportados por los pacientes de apnea del sueño. A medida que dejas de respirar con frecuencia durante la noche, menos oxígeno está llegando a tu cerebro. Los bajos niveles de oxígeno inician el ensanchamiento de los vasos sanguíneos y pueden causar dolores de cabeza vasculares. Junto con la somnolencia excesiva durante el día, los dolores de cabeza suelen ser los síntomas que más acusan las personas que sufren de apnea del sueño, ya que pueden no ser conscientes de que tienen síntomas de ronquidos o de respiración entrecortada.
La hipertensión está comúnmente vinculada a la apnea del sueño. Por las mismas razones que experimentas dolores de cabeza debido a las frecuentes pausas durante el sueño, puedes tener presión arterial alta. A medida que tu cerebro se despierta del sueño al darse cuenta de que no recibe niveles adecuados de oxígeno en la sangre, causa un aumento en la presión arterial, ya que restringe los vasos sanguíneos para que el sistema comience a funcionar nuevamente.
Cuando esto sucede repetidamente a lo largo de la noche para combatir todos los eventos de apnea, tu cuerpo se acostumbra a tener que restringir sus vasos sanguíneos y la presión arterial alta comienza a persistir incluso durante el día cuando respiras normalmente. Esta condición de hipertensión constante a lo largo de los años probablemente terminará con causarte alguna enfermedad cardiovascular.
En muchos casos, el peso corporal de una persona está directamente relacionado con tener apnea obstructiva del sueño. Las personas con sobrepeso u obesas tienen más probabilidades de tener apnea del sueño que aquellas que mantienen un peso saludable. La apnea del sueño a menudo puede ser causada por el exceso de tejido graso que se acumula en el cuello y la garganta. El exceso de tejidos y su peso facilita el hecho de que relajándose puedan caer sobre las vías respiratorias durante el sueño, lo que causa obstrucciones y provoca apnea.
Si la circunferencia de tu cuello es mayor que 43 cm para los hombres o 40 cm para las mujeres, tienes un mayor riesgo de apnea del sueño debido a la acumulación de tejido graso que rodea las vías respiratorias, lo que puede causar restricciones en la respiración durante el sueño.
La falta de sueño de calidad puede afectar el estado de ánimo de una persona. Perder el sueño casi todas las noches puede hacerte sentir más irritable, propenso a la ansiedad, de mal genio y durante un tiempo suficientemente prolongado, incluso deprimido. Si crees que tus cambios de humor o depresión pueden ser causados por la falta de sueño, comunícate con tu médico de cabecera para ver si están relacionado con un trastorno del sueño.
Finalmente, si se detectan uno o varios de estos síntomas, es aconsejable realizar un diagnóstico de la apnea del sueño para detectar que efectivamente sea esta la causa la que producen estos síntomas. Así es posible solucionar el problema con un tratamiento adecuado.